El golpe fue sobre la Avenida Paseo Colón. “Primero vinieron dos a pedir agua, y después llegó el resto”, contó la víctima
Hace cinco años que Cristian trabaja en un estacionamiento ubicado sobre la Avenida Paseo Colón, en el barrio de San Telmo, y nunca vivió una situación como la que le pasó el lunes 6 de septiembre minutos antes de las 19:00.
Él estaba en la oficina. El lugar estaba lleno de autos. Muchos son clientes fijos que guardan sus vehículos todos los días, y solo había dos cuyos dueños dejaron las llaves. Primero llegaron dos chicos a pedirle agua y se fueron. Pero a los pocos minutos volvieron acompañados con otros cinco para dar el golpe.
Las violentas escenas fueron registradas segundo a segundo por las cámaras de seguridad del lugar. En uno de los videos que el dueño compartió en el portal de periodismo ciudadano se ve a los ladrones entrar a la oficina donde estaba Cristian. Mientras unos sacaban la plata que había en la caja, otros agarraron las llaves que estaban colgadas en el tablero, el celular y la mochila del empleado.
Inmediatamente se fueron al garaje y se subieron a una camioneta blanca. Mientras esto pasaba, la víctima cerró el portón de acceso para impedirles el escape. En las otras imágenes se los ve corriendo entre los autos estacionados. Lograron subirse a la camioneta con la que finalmente fugaron.
Pero antes de hacerlo se toparon con el portón que les bloqueaba la salida. Sin embargo lo dieron vuelta y tres de ellos salieron abordo del vehículo. Los otros cuatro pasaron por debajo y escaparon corriendo.
En los videos se venlas caras de los delincuentes e incluso el arma que llevaba uno de ellos. El dueño del lugar hizo la denuncia en la comisaría local y lo aportó como prueba a la causa, pero hasta el momento ninguno fue identificado ni detenido.
“La camioneta apareció horas después abandonada en Avellaneda. Está bastante destrozada porque cuando se iban chocaron contra una columna y rompieron el parabrisas al impactar contra el portón”, detalló la víctima.
Cristian contó que los delincuentes tenían entre 15 y 20 años y estaban armados. Uno de ellos lo golpeó en la cabeza y le dijo que se quedara tranquilo. “El asalto fue muy rápido, duró apenas minutos. El portón de entrada siempre lo tenemos abierto porque es una zona muy transitada. Lo bajamos a las 8 de la noche cuando ya los clientes que no son fijos retiraron sus autos. Lamentablemente en la vereda no tenemos cámara de seguridad sino los hubiera visto”, concluyó.