Violencia sin límites en Tucumán: dos hermanas fueron atacadas sin motivo por una patota a la salida de un boliche

Dos jóvenes que habían salido a bailar fueron atacadas sin ningún motivo por un grupo de ocho hombres y dos mujeres. Ambas fueron trasladadas al hospital Padilla y los médicos no descartan secuelas.

El pasado sábado por la noche, dos jóvenes fueron víctimas de un brutal ataque a la salida de un club en San Miguel de Tucumán. Las afectadas, Pilar y Constanza Silva Brandán, de 20 y 22 años, fueron trasladadas al hospital Padilla tras ser golpeadas sin motivo aparente, según lo indicado en su denuncia.
 
La agresión tuvo inicio dentro del boliche, donde un grupo de entre 10 y 15 hombres comenzó a empujar a Pilar y su novio mientras bailaban. Tras pedirles que tuvieran más cuidado, la situación escaló y se desató una violenta golpiza. A pesar de la intervención del personal de seguridad, fueron expulsados del lugar sin brindar protección a las víctimas, según afirmó Florencia Abdala, abogada de las hermanas.
 
Posteriormente, a la salida del club, las hermanas y el novio se dirigieron hacia su auto, pero fueron emboscados por aproximadamente ocho hombres y dos mujeres, quienes atacaron a Constanza hasta dejarla inconsciente. Al intentar defender a su hermana, Pilar también fue agredida. La llegada de la policía permitió la detención de tres agresores, aunque la Fiscalía los liberó al día siguiente.
 
La abogada Abdala reveló que un agresor que logró escapar amenazó a través de Instagram a un primo de las chicas, indicando que ellas tenían «una bala asegurada» por la detención de sus amigos. Las hermanas identificaron a cuatro de los agresores a través del perfil de esta persona.
 
En el hospital, las jóvenes ingresaron con graves lesiones, incluyendo ojos con sangre, y los médicos aún no pueden determinar si habrá secuelas, aunque existe el riesgo de pérdida de visión. Además de las consecuencias físicas, las hermanas están emocionalmente afectadas y han comenzado un tratamiento psicológico.
 
La abogada expresó la preocupación de las jóvenes por la falta de motivo aparente para el ataque y el temor a futuras agresiones. «Están muy afectadas emocionalmente, comenzaron hoy un tratamiento psicológico. Están asustadas porque no saben cuál es la razón de este ataque, tienen miedo de salir a la calle y que las vuelvan a golpear. Este podría haber sido otro caso Fernando Báez Sosa y la Fiscalía no hace nada», concluyó Abdala.