Vuelco en Misiones: “El colectivo despistó y desde ahí fueron gritos”

Gabriel Fabián Miranda salió en la mañana del miércoles de Fracrán con el objetivo de ir a cumplir una jornada más de trabajo en la empresa forestal San Francisco, donde se desempeña hace más de dos años recolectando resina. El destino o cuidado divino, según quien lo observe, hizo que Gabriel fuera uno de los sobrevivientes de la tragedia vial de San José.

Mientras compartía vigilia con familiares de un compañero suyo en las afueras de Emergencias del Madariaga, el joven conversó con El Territorio para relatar lo que pasó minutos antes del vuelco del colectivo. También recordó cómo fueron las horas posteriores para salir del colectivo y ayudar a sus compañeros.

“Hace dos años y medio que trabajo en la empresa. Íbamos cerca de San José. Salimos esa mañana de San Pedro y veníamos tranquilos”. Esa tranquilidad se interrumpió con un sonido que de inmediato disparó sospechas: “Se escuchó como que se reventó la cubierta. Y ahí se despistó (el colectivo), se fue todo de costado”.

“Fue un milagro que sobreviva”

Consideró que “fue un milagro que yo sobreviviera, porque el compañero que venía al lado mío falleció ahí. Yo sólo me golpeé la cabeza”. Las escenas quedaron grabadas: “Fue horrible, porque otro compañero se quedó apretado y yo me quedé a ayudar. Fue desesperante en el momento. Pero gracias a Dios, lo pudimos salvar.

Sobre cómo fue el siniestro, recordó oír el ruido de la cubierta que explotaba sobre el asfalto, “y ahí como que el colectivo empezó a moverse mucho. ‘Capaz que va a parar’, pensé. Y ahí se despistó. Se fue tumbando y ahí en ese momento fueron gritos”. Miranda retiene esa secuencia de forma intacta, mientras resistía al dolor para intentar salvar a su colega. “Yo estuve consciente todo el tiempo. Estuve una hora más o menos dentro del colectivo, no le quería dejar a mi compañero que estaba apretado. En un momento me desesperé porque uno no puede hacer nada”, lamentó.

El jueves, Gabriel se dedicó a asistir a consultas médicas para chequear que no hay lesiones ni hematomas que lo pongan en riesgo. Mientras, seguía con atención el progreso de sus colegas que permanecían internados en el hospital de Posadas hasta la mañana de ayer.