El capitán trabaja a la par de sus compañeros desde hace tres semanas, se encuentra cada vez mejor física y futbolísticamente, y la idea de cuerpo técnico es que sume minutos próximamente.
Tras una larga espera en la que todo Boca lo extrañó por sus cualidades como jugador pero también por su rol como líder del equipo, Marcos Rojo está a un paso de sellar su vuelta a las canchas de manera oficial. Más de siete meses después de la operación del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, el capitán ya está al ciento por ciento y la idea es que forme parte del banco de suplentes para la visita del Xeneize a Tigre del próximo domingo 28 de mayo.
Si bien con la recuperación de este tipo de lesiones nunca hay certezas porque es un «día a día», dado que el central de 33 años se encuentra cada vez mejor tanto desde lo físico como desde lo futbolístico, la intención del cuerpo técnico y del propio jugador es intentar decir presente al menos entre los convocados para el duelo en Victoria, que será el posterior al de la Copa Libertadores con Deportivo Pereira (miércoles 24).
Ese encuentro, por la fecha 18 de la Liga Profesional, es el que Rojo tiene entre ceja y ceja como motivación para concretar su regreso al campo de juego después de una extensa rehabilitación. Su último partido data del 12 de octubre del 2022 contra Sarmiento, justamente cuando sufrió la dura lesión ligamentaria.
Lo cierto es que desde que inició el mes de mayo el defensor de pasado en el Manchester United se mueve a a par de sus compañeros, y de hecho en los últimos días ya realizó ensayos formales de fútbol en los que pudo desenvolverse sin inconvenientes.