Acallados los ecos de los masivos actos de cierre de campaña de anoche de los principales candidatos, los habitantes de Asunción retomaban esta mañana su actividad normal ya en plena veda electoral, con la certeza de que el próximo día hábil será ya con un Gobierno electo.
Un cielo limpísimo permitía esta mañana a los asunceños disfrutar (o sufrir) una temperatura de 18 grados a las 8 (una hora menos que en la Argentina), mientras ajetreaban la calles de la capital en busca de los transportes públicos que les permitirán llegar a sus destinos.
Mientras rige la veda electoral, los comandos de campaña del Partido Colorado, que lleva como candidato a presidente a Santiago Peña, y de la Concertación, que postula a Efraín Alegre, redoblaban esta mañana la convocatoria a los cientos de periodistas locales y extranjeros que pidieron acreditarse para acceder el domingo por la noche a sendos bunkers partidarios, donde esperan celebrar un triunfo a primera vuelta que les permitirá la llegada al Palacio de López.
Los dos principales aspirantes presidenciales y sus compañeros de fórmula se dieron anoche verdaderos baños de masas en actos de cierre de campaña, en los que no faltaron los dardos más punzantes para hacer blanco en los otros y no tanto las promesas de Gobierno.
De acuerdo con el tono que viene utilizando desde hace tiempo, en el que la palabra «narcoestado» y la frase «parlamento mafioso» son apenas dos muestras, Alegre tildó al expresidente Horacio Cartes -padrino político de Peña- como el «Pablo Escobar» paraguayo y reafirmó que ser felices en el Paraguay será posible con la Concertación como gobierno.
Ante miles de simpatizantes que se agolparon en el Club 2 de febrero de Capiatá, el candidato afirmó, enérgico, que el domingo será el presidente de todos los paraguayos y paraguayas. «El domingo vamos a derrotar al Pablo Escobar Gaviria paraguayo y a su Chilli Santiago Peña, va ganar la Patria ante la mafia», afirmó.
Peña, en tanto, frente a una multitud colorada que se dio cita en el Instituto de Previsión Social (Fipsa) en Asunción, admitió que el enfrentamiento en la campaña fue durísimo y agregó que «el pueblo colorado tiene la última palabra».
«Tenemos una gran responsabilidad, y yo asumo el compromiso ante cada uno de ustedes. Les pido de corazón que el 30 de abril tengamos una gran victoria, una victoria por la que podamos decir que, así como nuestros antepasados lucharon para defender la república, nosotros los colorados, los paraguayos, saldremos también a defenderla con una gran victoria», exclamó.