El exceso de velocidad, las distracciones al volante con celulares y los efectos de las drogas o el alcohol constituyen los factores más letales durante la conducción de un vehículo, según un informe elaborado por especialistas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
El trabajo indicó que cerca del 30 por ciento de las muertes producidas por siniestros viales se atribuyen al exceso de velocidad, razón por la cual muchos siniestros son totalmente prevenibles con tan sólo obedecer los límites de velocidad establecidos por las autoridades.
La velocidad reduce el margen de reacción del conductor y según datos publicados por el Instituto Vial Ibero-Americano (IVIA), el tiempo de reacción promedio de una persona ante un imprevisto oscila entre 1 y 1.5 segundos, no obstante, puede escalar hasta 4 segundos si la eventualidad exige respuestas complejas o el conductor no está lo suficientemente alerta.
A partir de estos datos, se calcula que un conductor promedio que circula a una velocidad de 80 kilómetros por hora por una ruta, calle o autopista seca necesitará alrededor de 22 metros (es decir, la distancia que recorre durante 1 segundo) para reaccionar ante un incidente, y un estimado de 57 metros en total para detener la marcha por completo.
En el caso de que el conductor se percatara de la presencia de una persona u obstáculo que está a 36 metros de distancia, el margen de reacción no le permitiría sortearlo con facilidad, y si llegara a colisionar lo haría a una velocidad de 62 kilómetros por hora, según el trabajo de IVIA .
«Es necesario que, además de respetar los límites de velocidad, el conductor procure guardar en todo momento tu distancia de seguridad respecto del resto de los automóviles», indicaron por su parte especialistas del Observatorio de Seguridad Vial de Cecaitra, que desde hace 24 años analizan la problemática del tránsito y la velocidad en rutas y autopistas.
Los especialistas advierten que «el aumento de tan sólo 1 kilómetro por hora en la velocidad media de un vehículo se traduce en un incremento del 3 por ciento en la probabilidad de sufrir un accidente con consecuencias fatales, y hasta un 5 por ciento en la probabilidad de perder la vida tras un siniestro».
El exceso de velocidad «también disminuye muy considerablemente las posibilidades de que un peatón sobreviva a un atropello, es decir que el 25 por ciento de las personas no podrían sobrevivir si un automóvil las impacta a 30 kilómetros por hora, un golpe a 50 kilómetros por hora mataría a un 55 por ciento de los peatones y sólo el 15 por ciento tendría probabilidad de sobrevivir si es arrollado a 60 kilómetros por hora», reseñaron los expertos.
Fuente: Télam