Argentina y una esperanza ante el FMI: El apoyo de López Obrador, Boric y Lula

La negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es el eje de todo plan que maneja y traza el Gobierno nacional para, al menos, este año debido a que la deuda que tomó el macrismo representa un lastre para continuar por el camino del desarrollo productivo y social.

Mientras distintos integrantes de Hacienda y del Ejecutivo participan de reuniones para encontrar una llave que destrabe semejante conflicto, la región sudamericana comienza lentamente a «ordenarse» a favor de los intereses argentinos en esta contienda.

Desde que asumió la presidencia, Alberto Fernández encontró el respaldo de Angela Merkel, Joseph Stiglitz, los países de la CELAC y recientemente de Estados Unidos, entre otros.

Mientras esta semana el canciller canciller Santiago Cafiero se reunía con el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken para centrar toda conversación en el pago al FMI y la preocupación por el vencimiento de u$s3.500 millones en marzo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se lanzó en favor de Argentina sin titubeos.

«Que asuma el Fondo Monetario Internacional su responsabilidad en el endeudamiento excesivo de Argentina y que no quiera ahora ponerles condiciones que van a empobrecer más al pueblo Argentino y a debilitar por completo al gobierno Argentino si aplica esas medidas que le está recomendando el FMI”, le pidió al organismo el jefe de Estado del país norteamericano.

Y fue más allá en su señalamiento: “Si un país está endeudado y viene una elección y para salvar al gobierno, que quiere continuar, le inyecta más recursos, pues existe una corresponsabilidad”.

No es menor el apoyo de México en la negociación, puesto que este país es uno de los pilares de la región y con el que Argentina se encuentra en un momento excelso; un ejemplo de esto es el acuerdo entre ambas naciones por la provisión de vacunas anticovid-19 AstraZeneca, elaboradas en Argentina y llevadas allí para su posterior distribución.

«Tal vez sea hora que en este bicentenario que celebra México nazca un nuevo plan para Latinoamérica. Que nuestro continente cambie depende de nosotros», enfatizó Fernández a comienzos del año pasado, durante su gira mexicana.

Esta semana también se conocieron los integrantes del gabinete de Gabriel Boric que asumirá al frente de Chile el próximo 11 de marzo.

La visión que tiene Boric para con el continente es de integracionista, impulsar que los países integrantes de, al menos, Sudamérica logren conformar la tan ansiada unidad en post del bien común. Es por tal motivo que el Gobierno de Fernández espera palabras de aliento del nuevo líder chileno cuando del FMI se hable.

En paralelo, en las últimas horas se conoció una encuesta más que profundiza en la caída del mandatario brasileño Jair Bolsonaro, contra absoluta del argentino, y erige (todavía más) la figura de Luiz Inácio Lula da Silva.

El sondeo indicó que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ganaría en la primera vuelta con 42% de los sufragios y el derechista Bolsonaro terminaría en el segundo puesto, con 28%. Si existiera una segunda vuelta, Lula se tornaría imposible para Bolsonaro: 54 puntos contra 32.

El apoyo de Lula siempre fue explícito y consideró que la deuda que tomó el macrismo es un obstáculo para el crecimiento argentino.

En una de sus últimas entrevistas televisivas en Argentina, consideró “necesario que haya un buen acuerdo” entre Argentina y el FMI, y le pidió a la entidad internacional «que no asfixie” al país.

En resumen, de cara a los que resta del año, el Gobierno sumaría el apoyo de México, Brasil, Chile, Perú, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, El Salvador y Honduras, es decir, toda una región que se une para ayudar a Argentina.