Femicidio en Uruguay: la Justicia reveló los pasos del sospechoso en las horas previas al asesinato

Mientras avanza al investigación por la violación y femicidio de Bárbara Prieto, la joven estudiante de magisterio en Uruguay, la fiscalía adelantó que pedirá la pena máxima, de 45 años, para el sospechoso.

Mientras Uruguay intenta salir del estupor que generó la violación y femicidio de Bárbara Prieto, la joven estudiante de 24 años, la Justicia avanza con la investigación del caso, la fiscalía adelantó algunos detalles sobre los pasos del principal sospechoso en las horas previas al ataque.

La fiscal Alejandra Domínguez informó que las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona del crimen muestran que Anderson Isaías Sosa Escotto, de 20 años y el principal sospechoso del crimen “estuvo toda la noche consumiendo drogas”, ya que se lo vio entrar y salir de lugares “señalados como bocas de venta” de estupefacientes.

Horas después, Sosa Escotto atacó a la joven estudiante por la espalda mientras caminaba hacia el instituto de formación docente donde cursaba en el norteño departamento de Rivera. Tras un forcejeo, Sosa Escotto logró arrastrarla a una zona baldía, donde abusó de ella.

A partir de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona, la policía pudo detener a Sosa Escotto, que había además intentado vender el celular de la víctima.

A partir de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona, la policía pudo detener a Sosa Escotto, que había además intentado vender el celular de la víctima.

El hombre fue imputado por el «delito de homicidio muy especialmente agravado por haberse cometido con graves sevicias” y la Justicia dictaminó prisión preventiva.

En tanto la fiscal Domínguez anticipó que pedirá la “pena máxima de 45 años” para el presunto violador y femicida.

De acuerdo con la reconstrucción realizada por la fiscal Domínguez, Sosa habría abusado sexualmente de Prieto y, antes de matarla, le infligió “varias heridas cortopunzantes” que le provocaron “sufrimientos innecesarios”.

Fue precisamente este tormento el que motivó que se incluyera en los cargos en su contra la agravante de sevicias. “Se formalizó por femicidio porque previamente existió una agresión sexual”, detalló Domínguez.