La Justicia liberó a un joven que asesinó a un chico de 12 y los vecinos reaccionaron incendiando una casa

Los vecinos de Guaymallén respondieron a la determinación del magistrado de excarcelar al joven de 18 por ratificar que no tuvo intención de matar al chico de 12 años. La vivienda pertenecería al dueño del arma utilizada en el crimen.

La resolución de la Justicia de Mendoza causó enfurecimiento en los vecinos de Guaymallén, tras la liberación de cargo y culpa del joven de 18 años, quien asesinó de un disparo en la cabeza a un chico de 12, en la madrugada del pasado domingo. La decisión del magistrado indicó que el agresor actuó de manera imprudente y con negligencia, pero que no existió ninguna intención de matar. Los residentes incendiaron una casa de un presunto involucrado en el hecho.

Las primeras versiones que circularon sobre el suceso, en una vivienda de la calle Pacheco al 8800, ratificaron que los adolescentes estaban manipulando un arma cuando al mayor de 18 años, llamado Ezequiel Alejandro Freites, se le «escapó» el disparo sin la pretensión de lastimar a un tercero, en este caso Axel Pereira.

En ese contexto, la víctima fatal de 12 años recibió un impacto de bala en la parte occipital del cráneo, arriba de la nuca. El chico sufrió la pérdida de masa encefálica, por lo que rápidamente fue asistido por los policías que fueron informados al 911 y lo derivaron de urgencia al hospital Puente de Hierro.

Tras la magnitud del daño causado por la herida de bala, lo trasladaron al Hospital central mendocino para intentar salvar al joven de su crítico estado de salud, pero por desgracia falleció esa misma jornada a la tarde.

Luego del deceso de Axel Pereira, se inició una investigación para esclarecer los hechos. Los peritos secuestraron un arma Bersa Thunder calibre 45, el cual Freites manipuló para efectuar el calamitoso disparo que terminó con la vida del joven de 12 años.

Posterior al fatídico hecho en la madrugada del domingo en el tranquilo barrio Los Corralitos, la investigación siguió su rumbo para clarificar la verdadera razón del asesinato y averiguar si hubo intención o no para acabar con la existencia del chico Pereira.

El joven de 18 años permaneció detenido en la comisaría local quedando a disposición del Ministerio Público Fiscal. Sin embargo, el caso quedó caratulado como “homicidio culposo”, un delito que le daba la garantía a Freites de quedar en libertad a los pocos días. Por tal motivo, la Justicia mendocina dio la orden de excarcelarlo y tal decisión causó revuelo en los vecinos de Guaymallén.

Ante el enojo y reprimenda por la determinación del magistrado, residentes de la localidad, en conjunto con allegados a la víctima, quemaron la casa de una persona en el barrio Campo Papa, en Godoy Cruz, quien se sospecha que tiene relación con la familia de Freites, y además de ser el presunto dueño del arma en cuestión.

Previo al incendio, los vecinos graficaron en la pared de la casa “Asesinos Mata Niños”, y luego de eso comenzaron a arrojar bombas molotov al interior de la vivienda. Se supo que cuatro personas mayores y cinco de menor edad lograron escapar de las intensas llamas, que al poco tiempo apaciguaron los bomberos de la localidad.