Mano a mano con Miss Bolivia tras su paso por el Chaco: “Hacer música es un gesto político para mí”

Se siente una “promiscua musical”. Otra faceta suya es la lectura y tiene un escritor favorito: “Es chaqueño y se llama Juan Solá”, aseguró.

María Paz Ferreyra, regida bajo el signo solar de Aries, nació un 1 de abril de 1976 en el barrio porteño de Villa del Parque, Buenos Aires. Precisamente sobre la calle Bolivia y de allí proviene su pseudónimo: “Mis Bolivia”. Antes de penetrar en el mundo de la música, la cantante estudió Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero su pasión pudo más y dejó de ejercer su profesión para escribir canciones que desde sus entrañas son de protesta. Su particular música fusiona estilos de cumbia, hip hop, dance, cumbia villera y reggae.

La cantante vino a Resistencia para brindar un show en el marco de La Fiesta del Estudiante, tras el imprevisto de su actuación anterio, en la Bienal Internacional de las Esculturas, que no pudo realizar.

Miss Bolivia, es -además de cantante- compositora, psicóloga, productora y DJ argentina, pero por sobre todo una mujer más que brindó su tiempo para dialogar con Agencia FOCO. María Paz considera que la juventud actual es “la nafta” de “esta” sociedad y elogió sus cualidades: “activa, crítica y reflexiva”. Halagó además el “trato muy lindo y respetuoso a los artistas”. Para Miss Bolivia, hacer música es “es un gesto político”; y confesó que se siente una “promiscua musical”. Otra faceta suya es la lectura y tiene un escritor favorito: “Es chaqueño y se llama Juan Solá”, aseguró.

Fuertemente vinculada al activismo de los Derechos Humanos, María Paz se muestra a favor de la legalización de la marihuana, del aborto y de la recuperación de tierras de pueblos originarios; considera que el escenario “es un lugar de poder” y que “está en cada artista decidir para qué utilizará ese poder, si para el ego, o para empedrar las voces de la transformación”.

–           ¿Cómo fue tu estadía en Chaco?, ¿Cómo te recibió el público en general?

“Mi estadía estuvo hermosa. Hacía tiempo que no venía a Resistencia y ya extrañaba un montón. El público nos recibió hermosamente, la audiencia chaqueña es muy generosa y aguantadora. Se bailaron y cantaron los temas como siempre. Es un público muy fiel. Era martes a la medianoche y ahí estaban todes, grandes y chicos”.

–           ¿Cómo ves a los jóvenes de hoy y qué mensaje le darías?

“La juventud actual es la nafta y el futuro y presente de esta sociedad. Es una juventud muy activa, crítica y reflexiva. Creo que, aunque cada época tiene sus cosas afortunadas y desafortunadas, esta juventud no creció a la vera de la dictadura militar, y eso se nota. Hay libertad de base, desprejuicio, activismo y conciencia social. Eso me enorgullece mucho. Como consejo les diría que no claudiquen, que la ética más importante es la del deseo y que confío en ellos, que son mi presente y mi futuro».

–           Pudiste conocer algunas políticas, de parte del gobierno provincial, dirigida a la juventud. ¿Qué te parecen?

“A nivel cultural, me pareció genial esta semana dirigida estrictamente a las juventudes, con promoción de políticas públicas que fomentan la inclusión y la gratuidad de los eventos, con un trato muy lindo y respetuoso a los artistas”.

–           ¿Qué te inspiró a hacer música y con tu particular estilo?

“La inspiración de hacer música tuvo que ver con una pulsión irrefrenable, con una urgencia por comunicar. Ya me manejaba en la ruta de la comunicación escrita, y pasarme al soporte musical fue sumar un registro. Hacer música es un gesto político para mí”.

–           ¿Qué pensas de la música de hoy?, ¿y la de “ayer”?

“Las músicas de ayer y de hoy me mueven. No soy purista, siempre fui una promiscua musical, y si hay algo que me interpela, lo dejo entrar. No me interesan los límites estrictos en la música y en casi nada. Puedo disfrutar del folklore, el chamaré, la cumbia, el reggae y el rock, y así podría seguir infinitamente.

–           ¿Qué música escuchas, que libros lees?

“Escucho todo tipo de música. La música urbana me gusta, la cumbia y el folklore también me gustan. El hip hop, el flamenco, soy fanática de la música en general. Estoy escuchando mucho ayadas últimamente, creo que el payador es el padre del freestyle. Leo mucho psicoanálisis y teoría crítica. Leo poesía y narrativa también. Uno de mis escritores favoritos de la actualidad es chaqueño y se llama Juan Solá”.

–           Tus letras son de protesta, ¿sentís que la música tiene el poder de cambiar algunos paradigmas sociales?

“Creo que la música puede hacer que este mundo sea un poco menos mierda. Podemos hablar de mover la cola y eso, pero también podemos asumir y poblar ese lugar de responsabilidad social y relatar incluyendo las voces que muchas veces fueron silenciadas. Subirse a un escenario genera poder, está en cada artista decidir para qué utilizará ese poder, si para el ego, o para empedrar las voces de la transformación”.

–           ¿Cómo ves la lucha de las mujeres?

“Hay mucho camino recorrido y todavía tanto por recorrer. La lucha es colectiva o no será. Muchos derechos han sido conquistados gracias al poder colectivo que se adquirió en la calle, en las marchas, de manera organizada. Me emociona formar parte de una era donde tantos derechos se están adquiriendo y conquistando. Pero falta tanto aún…”