Preocupación por el aumento de remises «truchos» en Corrientes

Trabajadores del sector estiman que son cerca de 100 los móviles que operan por fuera de la normativa. Piden más controles para evitar que crezca la competencia desleal. 

La actividad de los remiseros viene golpeada desde el inicio de la pandemia, con costos cada vez más altos y una rentabilidad al límite. Si a ello se suman los más de 1.000 autos que dejaron el rubro, el escenario es alarmante. Pero hay otra problemática que precede a la cuarentena y a la que no hallan solución: los remises truchos. 

Consultado sobre esta situación, el referente de la Asociación de Remiseros, Juan Castillo, dijo a República de Corrientes que «es un problema histórico y deberían haber más controles, porque estamos hablando de una clara competencia desleal». 

Además, señaló que «no puede ser que los trabajadores que cumplen con todos los requisitos y se esfuerzan por mantener la ilegalidad compitan con los que no lo hacen». 

Desde el sector aseguran que hay algunos que trabajan con sus autos sin tener habilitación y lo hacen desde hace tiempo. «Algunos son eternos y otros lo hacen y lo dejan por temporadas», dijo Castillo al respecto. 

Más allá de la necesidad de trabajar y la explicación que podría ser entendida desde ese punto de vista, los remiseros ven con mucha preocupación este escenario, más aún en un contexto de crisis económica en general y dificultades específicas que el rubro acarrea desde hace tiempo. 

«Los remises truchos en Corrientes deben ser cerca de 100. Es un número importante», señaló. Aunque aclaró al respecto que «alrededor de 40 lo hacen de manera permanente y el resto aparece cuando hay grandes eventos y advierten un mayor movimiento».

Metodología

Muchos de los que ejercen la actividad ilegalmente lo hicieron en algún momento de manera formal y, a partir de allí, logran camuflarse para no despertar sospechas. Castillo explicó al respecto que «lo que hacen es dejar la base y no devolver el cartel, o denunciar como extraviado para después poder ponerlo en el auto». 

Justamente por este motivo es que las empresas se encargan de renovar periódicamente el diseño de los letreros con la marca, para que los usuarios puedan identificarlos y se note la diferencia con los truchos. Pero desde el mismo sector aseguran que no es una maniobra que dé muy buenos resultados, lamentablemente. 

«La mayoría de los pasajeros ve un auto con cartel, lo para y sube. No pone cuidado si se trata de un vehículo legal ni identifica un letrero de otro», comentó Juan Castillo al respecto.  

Igualmente, el referente de la asociación hizo una diferenciación. «Hay algunos que no tienen habilitación momentáneamente por cuestiones administrativas o económicas, y están los que no tienen intención de formalizarse y lo hacen de manera ilegal y deliberada». De estos últimos son los que hay alrededor de un centenar en la ciudad.

Por eso, los remiseros renuevan el pedido de controles, sobre todo teniendo en cuenta que la competencia desleal resulta más dañina en este contexto de escasa rentabilidad.