Rosario: 20 asesinatos en el inicio del año marcan un ascendente espiral de violencia

Veinte homicidios en 25 días se cometieron en Rosario, una ciudad que desde hace tiempo nunca logra salir de la tensión que provoca la violencia que supura de la mafia y el narcotráfico.

A los asesinatos, casi todos perpetrados por sicarios, se sumaron esta semana las amenazas y ataques perpetrados por una nueva terminal de Los Monos, que la tiene a Lorena Verdún, viuda de Claudio Cantero, alias Pájaro, y a su hijo Luciano, de 19 años, como principales protagonistas.

La cantidad de armas que hay en la calle en poder de las bandas criminales es proporcional a los altos niveles de violencia en Rosario: en 2021 se produjeron 241 homicidios, en los que se usaron en el 85 por ciento de los casos armas de fuego.

También se traduce en las personas lesionadas por los disparos: hubo 859 personas baleadas el año pasado. La tasa en Rosario es de más de 70 personas heridas por las balas cada 100.000 habitantes.

Verdún amenazó el sábado pasado al fiscal Matías Edery, de la Unidad de Criminalidad Organizada, durante una audiencia imputativa, que presidió el juez Alejandro Negroni, en la que afirmó: “Esto no va a quedar así”.

Ayer, la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) pidió que se anule la excarcelación que le dio la justicia federal a Verdún, a pesar de que está condenada a cinco años de prisión por narcotráfico. El titular de Procunar, Diego Iglesias, consideró que hay “peligro” de que Verdún se fugue.

Actualmente, la viuda de Pájaro Cantero está detenida en la Unidad Penal Nº5 de Rosario, acusada de tenencia ilegal de arma de fuego. En los operativos que se llevaron adelante el martes de la semana pasada se secuestraron 25 armas a su hijo Luciano. En la casa de Verdún se incautó un revólver Taurus 9 milímetros.

Aunque no hay plazo de la prisión preventiva contra Verdún en el fuero provincial es probable que salga en libertad en los próximos días. Por ese motivo, ahora la Procunar pide que se cancele el beneficio que le habían dado en la justicia federal al aceptar un pedido de excarcelación de la condena de 2019.

Esta mujer de 43 años es la líder de una de las llamadas “terminales” de la banda de Los Monos. Por otro andarivel se mueve su cuñado Ariel Máximo Cantero, conocido como Guille, que está actualmente detenido en el penal de máxima seguridad de Marcos Paz.

Las relaciones dentro del clan criminal, que se encuentra atomizado en distintos sectores, no son buenas y están cargadas de desconfianzas mutuas por los rubros criminales que comparten, como narcotráfico, extorsiones y venta de “protección”.

La exhibición del poder de fuego de Luciano Cantero, hijo de Lorena Verdún, en Navidad, cuando con otros miembros de la banda dispararon con pistolas y un fusil FAL, es parte de esa dinámica para ganar terreno en ese ambiente atravesado por la violencia y la droga.

Las nuevas generaciones de narcos están más atentos a las redes sociales y por esa vía los mensajes tienen mayor impacto.

A la par de las demostraciones públicas de un poder mafioso rústico y barrial, que protagonizó Luciano Cantero, de 19 años, su madre desafío a la Justicia con la intimidación al fiscal Edery.

A la par se produjeron amenazas de bomba contra delegaciones policiales y un ataque a balazos, que se concretó el domingo, contra la sede de Asuntos Internos del Servicio Penitenciario, donde el jueves de la semana pasada había llegado un mensaje escrito en un cartón que decía que “dejaran de joder contra los presos de alto perfil” porque si no iban a ir contra los guardiacárceles.

La amenaza dirigida a los agentes del Servicio Penitenciario que están destinados a los pabellones de alto perfil donde se encuentran los jefes narcos.

Allí fue enviado Luciano Cantero, el hijo de Claudio, alias Pájaro, líder de Los Monos, que fue asesinado el 26 de mayo de 2013 y cuya muerte desató el capítulo más sangriento de la llamada guerra narco en Rosario.

Ese edificio del Servicio Penitenciario provincial, ubicado en Alsina y Pellegrini, ya fue baleado cuatro veces. La primera, el 11 de enero de 2020 y la siguiente en octubre de ese año. Esos ataques fueron perpetrados por el líder de Los Monos, Guille Cantero.

La anterior balacera se había registrado durante el feriado del 12 de octubre de 2020, tres días después de que los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery pidieran 24 años de prisión para el líder de esta banda narcocriminal por planear ataques contra jueces y edificios judiciales y gubernamentales. Por esa causa fue condenado a 22 años en setiembre pasado.

La preocupación en las cárceles aumentó en las últimas horas porque hay antecedentes de ataques a las unidades penales.

El domingo 27 de junio pasado se produjo un ataque a tiros por un grupo comando desde fuera del penal para conseguir que se escaparan siete reclusos, entre ellos, el líder narco Claudio Mansilla, alias Morocho, que hasta ahora es el único que no fue recapturado.

En medio de la tensión que generó la detención de Verdún y su hijo de 19 años, ayerse conoció una amenaza a un bar de avenida Pellegrini y Ovidio Lagos, a pocos metros de la cancha de Newell’s. A los dueños del lugar les pidieron 200.000 pesos a cambio de no recibir un ataque a balazos.

Los “apretadores” que llamaron hicieron mención a que si no pagaban iban a terminar como el restaurante El Establo, que fue atacado a balazos a finales de noviembre cuando se encontraba repleto de comensales. Hoy ese restaurante está a punto de cerrar porque la clientela dejó de ir espantada por ese episodio.