Un año después del Mundial de Qatar 2022: qué pasó con el estadio donde se consagró la Scaloneta

En los planes originales, la cancha de la ciudad de Lusail, iba a ser desmantelada parcialmente. Será la sede de la inauguración de la Copa Asiática 2024.

Hace un año comenzaba el Mundial de Qatar 2022, que terminaría con la Selección argentina como campeona. Uno de los estadios más recordados de aquel torneo es el de Lusail, donde se jugó la gran final ante Francia. En los planes originales, esa cancha iba a ser desmantelada parcialmente, pero eso aún no ocurrió y será la sede de la inauguración de la Copa Asiática 2024.

Varios hechos históricos se unían en un mismo punto hace un año: el inicio del Mundial de Qatar 2022. Por primera vez, una Copa del Mundo FIFA se jugaría fuera del rango de junio a julio (verano del hemisferio norte e invierno del hemisferio sur) y por primera vez, además, medio oriente y un país árabe serían sede del torneo más importante de fútbol del mundo.

Para Argentina, a resultado puesto, también fue histórico, porque significó su tercera estrella y para Lionel Messi ganarse el cielo para siempre, luego de haber levantado la copa del mundo en Lusail, estadio donde se consagró la Scaloneta.

Pero, además, fue el Mundial más lujoso, en el que ocho estadios de primer nivel, seis de ellos construidos especialmente para el evento y dos, remodelados, se lucieron a lo largo de cinco ciudades que abarcaron unos 70 kilómetros.

Un año después del Mundial de Qatar 2022: Lusail, un estadio que no se va a desmantelar

Si esta Copa tiene una deuda, no es económica precisamente, sino de lo que se denomina “legado”. Porque tantos estadios -innecesarios para la estructura futbolística qatarí- fueron hechos con la idea de ser desmontados total o parcialmente y reutilizados. Aunque la mayoría, como el de Lusail, el estadio donde se consagró la Scaloneta, sigue ahí, tan gigantes como dormidos.

En un principio, la idea era que esta cancha en la que Argentina salió campeona del mundo redujera drásticamente su capacidad. De los 88 mil lugares de los que dispuso en el partido definitorio del Mundial, bajaría a casi la mitad, siendo las butacas quitadas reutilizadas en otros estadios de Asia y África con mayores necesidades.

De hecho, en el informe de la FIFA publicado en 2021 respecto al control de gases de efecto invernadero, se afirmaba que hasta el 25 de junio de 2023 había tiempo para desmontar infraestructuras superpuestas y retirar butacas temporales.

Pero estas cosas no fueron ocurriendo en Lusail, que quedó en una suerte de stand by, como todos los estadios qataríes, y recientemente acaba de ser confirmado como sede del partido inaugural de la Copa de Asia, que se disputará entre enero y febrero del año que viene en Qatar. El seleccionado local, campeón asiático defensor, enfrentará al Líbano el 12 de enero.

Y como su capacidad no será alterada por el momento, se transformará en el tercer estadio más grande de la historia de esta Copa de Asia, detrás del Aryamehr de Teherán, que albergó la final entre Irán y Kuwait con 100 mil espectadores y el Gelorna Bung Karno, de Yakarta, en el que entran 88.083 personas.

De los nueve estadios que serán sede de la Copa Asiática, seis de ellos fueron estadios mundialistas.