El violento ataque ocurrió en la localidad neuquina de Plottier. La víctima pudo hacer la denuncia cuando el agresor la llevó al hospital local, donde continúa internada.
Una mujer de Plottier fue víctima de un intento de femicidio a manos de su ex pareja el pasado fin de semana. Estuvo drogada y encerrada en la vivienda del agresor por dos días hasta que logró pedir ayuda en el hospital.
«Todo empezó todo el viernes. Este sujeto la increpó amenazándola con hacerle daño a su hijo, entonces ella accedió a ir a su casa para hablar supuestamente, pero ahí empezaron una serie de eventos violentos. Ella vio el peligro que estaba corriendo e intentó escaparse. Se subió al techo, el tipo la alcanzó y la tiró desde ahí. Todo esto ya luego de recibir amenazas de que la iba a matar mientras estaba ahí», relató Ailín Aroca, representante de la agrupación Mumala en esa localidad.
A partir de allí es que, según denunció, el violento ingresó a la víctima nuevamente a la vivienda, la drogó y la encerró durante dos días. Para esto, la mujer seguía herida producto de su caída, pero su ex pareja se negaba a hacer algo para ayudarla.
«El domingo, ella lo convenció diciéndole que no iba a decir nada, pero que por favor la lleve al hospital porque no daba más del dolor. Él la llevó al hospital de Plottier, dijo que se habían caído de la moto y, en un momento en que ella quedó sola con las enfermeras, les pudo decirles que no era cierto y él la había tirado de un techo», contó la coordinadora de la agrupación a La Mañana de Nequén.
La develación motivó que el personal de Salud diera aviso inmediato a la Policía, la familia de la mujer y a Desarrollo Social por el hecho de violencia de género. Luego, por pedido de la víctima, los allegados a ella se comunicaron también con la agrupación que asiste a las mujeres.
Actualmente, la mujer continúa internada, con fractura de cadera, hematomas y otras heridas. «Está estable, pero le espera una rehabilitación de unos seis meses y no se sabe si le van a dar de alta o va a tener que quedarse internada», confió Aroca.
La Policía ya le tomó la denuncia formal y desde la fiscalía ya tomaron intervención y habrían ordenado la colocación de una tobillera al agresor. Aún así, esto no deja tranquila a la víctima ni su entorno. «La tobillera no es la solución, este personaje sabe evadir esas cosas. Él tiene un montón de denuncias hechas por violencia y también antecedentes por otros delitos y, sin embargo, camina como si Plottier fuese suyo. ¿Qué más tiene que pasar para que lo metan preso?», expresó Aroca.
Por otro lado, se supo que la víctima está recibiendo asistencia psicológica aunque ya estaba bajo tratamiento con anterioridad. «Ella no puede terminar de resolver lo que debe resolver o tratar por estos patrones violentos hasta que se haga algo con él, porque la siguió hostigando, amenazando, y ella no puede terminar de correrse de ese círculo de violencia», agregó Ailín Aroca, de Mumalá.