Corrientes: la chocaron, casi muere y ahora la Justicia archivó su causa

Según la Justicia, la acusación contra el conductor de la camioneta que, alcoholizado, provocó el siniestro, no se sostiene. Al parecer la Fiscalía no logró respaldarse en los videos, testigos o informes periciales para armar un caso contra el acusado.

El 3 de septiembre de 2023, alrededor de las 5:15, un conductor completamente alcoholizado y al mando de una camioneta, atropelló e hirió gravemente a una mujer que salía de un boliche de avenida Maipú al 3200. El hombre huyó y fue detenido a tres cuadras del lugar. Al parecer, las cámaras de vigilancia de la avenida captaron la escena, además de decenas de testigos que observaron lo sucedido.

Sin embargo, a cinco meses de ocurrido el siniestro, la Justicia ayer notificó a Carla Tamara de la Cruz, que el caso «pasará a archivo» por falta de pruebas. «Me atropelló, me rompió todos los huesos, casi me mata, me fundió la vida y ahora me dicen que no harán justicia por mí. Nadie protege a las víctimas de estos asesinos al volante», declaró la mujer a época.

El caso de Carla causó mucha indignación cuando no podía lograr ser llevada a Buenos Aires y su vida pendía de un hilo. En ese momento, la Provincia puso a disposición su avión sanitario y realizó el traslado con un equipo de médicos especializados.

La mujer tenía rota la pelvis, las caderas y las rodillas y debió ser sometida a por lo menos cuatro operaciones complejas para que pueda volver a caminar.

«Yo tenía un abogado que desde un comienzo llevó mi caso, pero evidentemente ni siquiera la Fiscalía hizo el trabajo para el que está, que es representar a las víctimas en casos como estos. Muchísimas personas vieron cuando me atropelló. La zona del boliche está repleta de cámaras de vigilancia. Incluso habría video del momento de la detención del sujeto –identificado como J.A. García- quien según el relato de testigos, no podía mantenerse de pie de lo borracho que estaba. Yo quedé bajo su camioneta, mi cabello quedó enganchado en el chasis del vehículo y cuando se dio a la fuga, me arrancó pedazos enteros de él», contó Carla aún angustiada y sobrepasada emocionalmente.

Para la víctima hubo fallas en todo el proceso de investigación, ya que ni la Fiscalía y al parecer tampoco el abogado que la representaba en la querella, lograron reunir las pruebas con las que llevarían a juicio al conductor de la camioneta.

«Mi anterior abogado me visitó en el hospital, le pregunté varias veces sobre la causa y no me contestaba nada y según él, para la fiscal que tenía el caso, ni las cámaras de seguridad, ni los informes periciales y de alcoholemia, ni los testigos eran suficientes para sostener una acusación contra el conductor del vehículo. No se qué más necesita la fiscal o la jueza. Seguramente si me mataba, tampoco iba a quedar detenido. Estuve tres meses internada en hospitales y de un lado al otro, corriendo con todos los gastos. El sujeto que me atropelló, quedó libre al día siguiente, le devolvieron la camioneta y sigue disfrutando de su libertad. Ahora más confiado de que no lo van a llevar a juicio», expresó.

Carla estuvo alejada poco más de tres meses de sus hijos, internada primero en el Hospital Escuela por casi 20 días, posteriormente en el Hospital Italiano, donde le practicaron varias operaciones reconstructivas y de reparación de sus caderas y piernas, para luego volver a Corrientes donde quedó internada en el Hospital de Campaña. Actualmente su internación es domiciliaria en la casa de su madre.

«A mis hijos no los pude ver por mucho tiempo, fue durísimo. Les enviaba videitos grabados con el celular, para que vean que estaba bien, con ánimo y recuperándome; aunque me dolía todo. No paraba de llorar, solo quería estar con ellos. Pensaba en ellos para salir adelante y poder abrazarlos», concluyó.

La mujer hoy está con tratamiento psicológico y psiquiátrico, sumado a la internación domiciliaria. No puede trabajar, por lo que también se le dificulta poder mantener a sus dos hijos. Carla era auxiliar de enfermería y la madrugada en que fue atropellada había pedido un remís para volver a su casa, luego de salir con amigas. Después de aquella noche su vida dio un giro total y como corolario de todo su padecimiento, hoy la Justicia archivó la causa. Hoy la representa otra abogada y asegura que peleará por la reapertura de la causa, porque necesita cerrar esta etapa de su vida, sabiendo que al menos ella misma, con todos los contratiempos, peleó buscando que se haga justicia.