Dos presos del Comando Vermelho se fugaron de una cárcel de máxima seguridad y pusieron en alerta a Brasil

primer escape que ocurre en esa penitenciaria, el cual movilizó a 300 agentes en un operativo de captura.

Tras el hecho, el secretario de Políticas Penales del Ministerio de Justicia, André García, decidió suspender las visitas en los penales federales y ordenó que los reclusos permanezcan en sus celdas durante los próximos días.

Todo se desencadenó en la Penitenciaría Federal de Mossoró, ubicada en el estado de Río Grande do Norte, cuando los presos hicieron un agujero en el techo de la celda en la que estaban y escaparon para después cortar el cerco perimetral de la institución. Para la fuga, se cree que ambos habrían robado algunas herramientas del patio donde se estaban llevando a cabo actividades de refacción.

Los prófugos fueron identificados como Rogério da Silva Mendonça y Deibson Cabral Nascimento, con 74 años y 81 años de condena respectivamente. Los dos pertenecen a una de las bandas criminales más peligrosas de Brasil, Comando Vermelho, y se encontraban en la prisión de máxima seguridad desde septiembre del año pasado, cuando fueron trasladados desde otro penal al haber participado en una rebelión que terminó con cinco muertos.

El suceso puso en alerta a las autoridades brasileñas ya que, de acuerdo a la Secretaría Nacional de Políticas Penales, “nunca hubo fuga, rebelión o entrada de materiales ilícitos” en la unidad penitenciaria.

A su vez, responsabilizaron a los guardias de la institución y no descartaron posibilidad de facilitación: “Si los protocolos de seguridad se hubieran respetado, no habría posibilidad de que se produjera una fuga”.

Por el momento, se suspendió a los directores del penal y se abrió una investigación para esclarecer los hechos y averiguar si hubo complicidad interna.