Enfrentará a San Lorenzo con Independiente del Valle y fue acusado de falsificar su identidad

Alexander Bolaños, de 24 años, jugó contra Liverpool de Uruguay el pasado jueves por la fase de grupos de la Copa Libertadores.

Alexander Bolaños fue acusado en la radio uruguaya Sports 890 por Genero Huacón, quien dice ser ser su exrepresentante, de falsificar sus datos personales: «El no se llama Alexander, se llama Romario, ese es su verdadero nombre. Además, tiene alterada la fecha de nacimiento. Tiene más de 24 años», declaró Huacón.

Huacón comenzó diciendo que la familia del jugador le ofreció dinero para tener su silencio«Yo tuve y tengo la cédula original del jugador. En 2016 su tío me ofreció dinero a cambio de mi silencio. Me pidieron confidencialidad en el tema. Desde ese momento hasta ahora no me han pagado nada».

Además, agregó: «Si me hubieran pagado yo no decía nada, pero no lo hicieron. Le advertí al presidente de Independiente del Valle que si utilizaban a Bolaños podían ser sancionados«

Según lo que explica el supuesto exrepresentante, los cambios de información sobre la identidad de Bolaños se hicieron en 2012 para poder realizar una transferencia: «Yo lo llevé a Porto Viejo –ciudad ecuatoriana-, y ahí hicimos el cambio de nombre y de fecha de nacimiento«.

Desde algunos medios ecuatorianos aseguran que Huacón no habría sido el representante de Alexander Bolaños en ningún momento de su carrera. Ahora, el jugador deberá presentar su descargo en busca de esclarecer la situación. 

Genaro Huacón, el denunciante, reconoció en 2018 ser intermediario entre clubes que querían arreglar partidos. En una entrevista con una radio ecuatoriana, admitió haberse contactado con el presidente de Macará -club recientemente ascendido a la LigaPro-: «El señor Miller Salazar fue quien me buscó. Sé que tengo las de ganar en caso de que vayamos ante la justicia».

Además, hace varios años también anunció su retiro del negocio de los arreglos de partidos: «Ya no lo voy a hacer más, me fue bien hasta ahora, pero esta fue la gota que derramó el vaso. Cuelgo los guantes».