Thiago necesita un tratamiento de células madre en México. Hace un año fue embestido de frente junto a sus padres por un conductor que corría picadas y dio positivo de alcohol y cocaína. La Fundación Robando Sonrisas y sus padrinos continúan en campaña para recaudar los $50.000.000 que restan para que viaje. Las colaboraciones se pueden enviar al alias AYUDAR.SALVA.
Thiago Vera es un niño de 5 años que el 8 de octubre del año pasado sufrió un accidente junto a sus padres camino a Punta Lara cuando iban a llevarlo a andar en bicicleta como parte de su terapia para el autismo.
«Mi nieto fue víctima de Hugo Javier Gabrielloni que corría picadas, se cruzó de carril y embistió de frente el auto en el que llevaban a mi nieto», contó Mariana, abuela del nene, que no podrá volver a caminar, aunque sí podría mejorar su calidad de vida con el tratamiento de células madre que pueden realizarle en México.
«Gabrielloni dio positivo de alcohol y cocaína», agregó la abuela de Thiago.
Producto de ese accidente, Thiago llegó al Hospital Gutiérrez sin signos vitales. Fue reanimado y trasladado al Hospital de Niños. Tenía líquido en sus pulmones, sus vértebras estaban desplazadas y su médula muy dañada. Fue sometido a una compleja cirugía, pero el daño ya era irreparable: quedó cuadripléjico y con respiración asistida (traqueotomía).
Thiago, que además es un niño con TEA, «comprende todo pero no se puede manifestar de ninguna forma», cuenta su mamá, Brenda Genovese, quien recuerda que antes del brutal episodio su hijo había hecho muchos avances.
En la búsqueda por devolverle la movilidad a Thiago, «dimos con un tratamiento con células madre en la Clínica Verita Neuro, en México», asegura Brenda, que tuvo una entrevista por Zoom con el equipo médico.
La Fundación Robando Sonrisas y sus padrinos están desde hace meses en campaña para recaudar los fondos necesarios. Hoy, a 10 días del viaje, para el que ya consiguieron un avión sanitario, les falta juntar la suma de $50 millones más.
«Thiago hace 11 meses q está en terapia intensiva», lamenta su familia, pero no pierde las esperanzas de que en México le puedan devolver la vida digna que un irresponsable le quitó aquel 8 de octubre en Ensenada. Para colaborar el alias es AYUDAR.SALVA.