Vizzotti sobre la IVE: “Es un orgullo contar con este marco legal, que vamos a defender siempre”

La ministra de Salud se refirió al contenido de un editorial del diario La Nación, titulado “Por la vida, siempre”, que cuestiona el marco regulatorio logrado con la sanción de la ley de interrupción legal y voluntaria del embarazo, hace dos años.

La ministra de Salud Pública de la nación, Carla Vizzotti, destacó hoy los alcances y objetivos de la ley de acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), y de la Ley 1000 Días, ambas implementadas en toda la Argentina. Lo hizo a modo de respuesta al editorial “Por la vida, siempre” publicado -sin firma, otra vez- en el diario La Nación.

En su repaso por los alcances de esas normativas, la funcionaria resaltó: “Muy lejos de la pretendida ‘desprotección del Estado a la maternidad’, la Ley 1000 Días está para acompañar durante la gestación y desde el nacimiento hasta los 3 años, a quien así lo decida”.

En esa línea recordó que “1000 Días e Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), y la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) son leyes complementarias que amplían derechos, no los cercenan”.

Luego, resaltó que “garantizar el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo es un hito en materia sanitaria pero, sobre todo, una ampliación de derechos que respeta la voluntad de las personas con capacidad de gestar. “Los derechos conquistados por la sociedad se defienden. Siempre”, agregó.

Vizzotti señaló que “la decisión de la persona gestante es incuestionable y no debe ser sometida a juicios de valor derivados de consideraciones personales o religiosas del resto”. Por eso dijo que “garantizar esa decisión, libre e informada, es cuidar la salud en todas sus dimensiones: emocional, física y social”.

En otro tuit, sostuvo que “en el caso de niñas, niños, niñes o adolescentes víctimas de violación, se debe brindar atención sanitaria, contención e información completa y sin sesgos sobre su derecho a la IVE/ILE”. “No pueden existir interferencias indebidas en la decisión sobre el acceso a este derecho”, acotó.

Como cierre, la ministra subrayó que “1000 Días e IVE/ILE son leyes que se traducen en justicia social y equidad en el acceso a derechos. Es un orgullo que Argentina sea pionera en contar con este marco legal que vamos a defender siempre”.

“El derecho absoluto a la vida”

El editorial publicado por el diario porteño –sólo firmado al pie con el nombre La Nación-, indica en su inicio que “una activa y empoderada marea verde condujo a la sanción de la ley de interrupción legal y voluntaria del embarazo hace dos años”; y luego agrega que “se partió de la falacia de considerar como derecho lo que debería, salvo situaciones excepcionales, constituir un delito, dando por tierra con el derecho absoluto a la vida”.

En el párrafo siguiente, se indica que “el reconocimiento del derecho al llamado aborto legal, convertido en política pública, ha sido acompañado por la entrega y estímulo de métodos anticonceptivos, el fin de prácticas abortivas consideradas inseguras y la exoneración de la obligación de ser madres a menores abusadas y embarazadas que no lo deseen, esto último algo que la ley vigente para entonces, y la doctrina jurisprudencial, ya reconocían”.

Más adelante, el periódico sostiene que “legalizar el aborto fue reconocer el fracaso de la protección que el Estado le debe a la maternidad y su loable fruto y, por lo tanto, una hipocresía en todo caso igual o aún mayor que la anterior”.

En el cierre, La Nación considera que “el papel esencial del Estado debería haber consistido en la promoción y educación públicas para una sexualidad responsable”. “Esa habría sido la manera de contribuir a evitar embarazos a edades tempranas entre quienes son también destinatarias de una hiper estimulación sexual, sin estar preparadas ni física ni psíquicamente para la maternidad”. “Mientras tanto, se habla de conquista, de autonomía, del derecho a disponer sobre el propio cuerpo, como si este no valiera más que como objeto, sin importar el derecho a la vida del niño gestado, ni el derecho del hombre que intervino en el acto sexual consentido”, agrega.

Para el matutino “una sola campana se escucha”, mientras que “muchas voces que nunca podrán expresarse quedan silenciadas para siempre cuando los corazones dejan de latir en los vientres maternos”.